Homenaje por la jubilación de Pedro Emilio Loyola Pérez

Homenaje por la jubilación de Pedro Emilio Loyola Pérez

Pedro Emilio Loyola Pérez

Capitán de la Marina Mercante y práctico de la Corporación de Las Palmas, una larga vida laboral en la que ha mantenido una estrecha colaboración con las diferentes entidades del Puerto de La Luz en Gran Canaria. Su trayectoria ha estado ligada en su totalidad a la actividad portuaria. Fue Capitán de La Naviera Armas y formó parte del primer equipo directivo de MSC a su llegada al puerto grancanario. Práctico de la Corporación de Las Palmas desde 1994 y presidente de esta Corporación durante muchos años en los que la ha representado en el Patronato de la Fundación.

Los siguientes párrafos forman parte de una carta escrita por Álvaro Cáceres Rodriguez, dedicada a D. Pedro Emilio Loyola Pérez:

Escribía Joseph Conrad en su libro El Corazón de Las Tinieblas:

Un práctico es lo más digno de confianza que hay para un marino.

No se refería a la confianza que inspira al Capitán sino a toda la tripulación de Capitán a Paje. Cuando el Práctico embarca la Tripulación se relaja ya que saben por experiencia que se encuentran en buenas manos y que el practico tiene una preparación para llevar el buque con seguridad a su atraque.
D. Pedro es de este tipo de práctico que por su personalidad, seguridad y confianza hacen notar al Capitán a primera vista que es digno de confianza. Los Capitanes de los buques notamos rápidamente que Práctico se encuentra seguro en sus decisiones.
Todos los prácticos actuales del puerto de Las palmas hemos pasado en nuestro aprendizaje por sus manos y siempre sus recomendaciones, criterios, etc. son tenidos muy en cuenta por nosotros ya que es un hombre que no ha tenido accidente alguno.
Ha estado al frente de la Corporación de Prácticos durante 22 años. No es fácil ser presidente de 12 Capitanes y sus prácticos. Ya se sabe el dicho:

Donde hay muchos Capitanes se hunde el buque.

Su personalidad ha aunado todos los criterios y opiniones sin que haya habido discrepancia entre nosotros.
Aparte de todo esto, las negociaciones, establecimiento de criterios en las maniobras, límites de seguridad, acuerdos con la Autoridad Portuaria y capitanía Marítima, etc. Muchas reuniones después de salir de guardia cuando se está algo cansado.
Ya conoce la Comunidad Portuaria el gran cambio que ha habido en el puerto en años recientes, tanto en el tamaño de los buques como tipo de embarcaciones que arriban, plataformas petrolíferas, drilling vessels, buques remolcados, etc. Hasta hemos tenido que embarcar en Helicópteros.

Hemos tenido que embarcar en buques que se encuentran a distancia lejana del puerto, por orden del capitán Marítimo al que estamos sometidos por cuestiones de seguridad marítima a fin de dotar de seguridad a dicha emergencia. Algo que hacemos con placer ya que denota la confianza que tiene el Capitán marítimo hacia los Prácticos.
Cuando se espera una nueva actividad portuaria referida a buques o artefactos flotantes se tienen reuniones tanto con la Autoridad Portuaria como con El Capitán Marítimo para debatir cuestiones de seguridad de las maniobras. D. Pedro ha ayudado siempre a que toda nueva actividad tuviera éxito y se llevara a cabo. La Comunidad Portuaria que conoce a D. Pedro sabe que siempre ha sido así.

—Para muestra de recuerdo, algunas historias de D. Pedro:

Hace años de las primeras plataformas petrolíferas que querían tener el puerto como puerto base de reparaciones recibimos de una empresa escocesa llamada NORTON un estudio de las condiciones de viento, marea, dirección del viento, carga de rotura de los noray, cabos a dar, dimensiones de la plataforma y hasta donde estaban ubicados los extintores, etc. Un verdadero tocho de casi cincuenta páginas.
Pues bien, ese día se dirige D. Pedro en helicóptero a la Plataforma y  a tres millas de la entrada el viento, mar, etc. estaban fuera de los criterios recomendados por la empresa consultora con lo cual el capitán de la plataforma se lo hizo ver a D. Pedro.
D. Pedro dio al Capitán tal sentido de confianza cuando le explico que, si bien el tiempo fuera estaba fuera del criterio, en el interior y al socaire de la montaña de la isleta estaba casi en calma que el capitán accedió a proceder al interior. La plataforma fue amarrada sin ningún incidente. Siempre he considerado que ese fue el punto de inflexión donde a partir de entonces la Empresa Norton y la comunidad de plataformas saben que los servicios que presta las empresas de la comunidad portuaria de las Palmas son de calidad.
Resumiendo, D. Pedro ha ayudado mucho a que este nuevo tráfico no tenga cortapisas en Las palmas.
La Comunidad Marítima internacional, hoy en día, con la facilidad de comunicaciones que existen, todas las navieras saben en qué puertos son considerados de seguridad desde el punto de vista del practicaje. Nuestro puerto está considerado de los más seguros del mundo desde el punto de vista del practicaje por falta de incidencias o accidentes.
D. Pedro ya era práctico cuando MSC vino con el MSC CARLA que se había partido en dos en alta mar.
La Autoridad Portuaria de Las Palmas conoce del aprecio que dicha naviera tiene hacia el practicaje en Las palmas que es la aporta al puerto los buques de mayores dimensiones que atracan el puerto.
Con todo ello queda de manifiesto la gran colaboración que ha recibido la comunidad portuaria por parte de D. Pedro Loyola.
Pero no todo tiene que ser serio en este reconocimiento de la labor de D. Pedro Loyola en el entorno portuario.

—Recuerdo estando de prácticas con él en un buque de grandes dimensiones que tenía que atracar en el Muelle León y Castillo en un día de fuerte viento, en el intercambio de información entre Capitán y práctico para determinar la maniobra a realizar, D. Pedro recomendó al Capitán la necesidad de dos remolcadores debido al tipo de buque que era y el tiempo reinante. El Capitán, de forma un poco sutil, le dijo que si se podría hacer con un solo remolcador. D. Pedro le volvió a explicar la razón de los dos remolcadores haciéndole un dibujo en una hoja y que finalmente era el capitán el que tenía la última palabra. Inmediatamente el Capitán acepto los dos remolcadores recomendados por D. Pedro.

—D. Pedro es muy aficionado a la pesca y tiene una pequeña embarcación en Mogán para disfrutar de su afición. Hace algunos años cuando nuestra amistad se fue fortaleciendo y nuestras conversaciones eran más desenfadadas me invito a pescar y fueron también nuestras esposas. Una vez finalizada la pesca preparó un guiso con el pescado y me pareció que nunca lo había comido tan bueno y con la confianza que ya nos daba nuestra amistad le dije en tono irónico: «Creo que eres mejor cocinero práctico» a lo cual soltó una gran carcajada.

Por todo esto, mi enhorabuena a D. Pedro por este premio merecido, aunque él era reticente, como persona sencilla que es, a recibirlo.

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